Desde cuando era un niño de la secundaria he tenido el deseo de ser un grande escritor.
Me encantaba la ciencia ficción, Y Asimov era mi autor favorito. Todos estos robots que tenían un corazón y sentimientos más finos de sus creadores humanos, rechazados por un mundo que no entiende la diversidad y la desprecia llamándola defecto, imperfección o locura, victimas y maestros atormentados de una “normalidad” diferente de la estadística. Además que Asimov no era solo un escritor, era un físico famoso que había encontrado en la escritura una manera de cambiar el mundo o por lo menos la infancia de un niño fantasioso como yo.
Hijo de una mente ávida y curiosa al limite (mi profesora de inglés una vez desesperada de mis distracciones en clase me escribió una nota en la libreta diciéndome que era un alienigena venido de Martes) soñaba de escribir libros y cuentos que habrían tocado el corazón de las personas llevándolas en lugares y situaciones que esta realidad no nos permite de ver.
Con el tiempo crecí y mi fantasía, barquero de mi vida, me llevó un poco lejos de este camino tan esperado. Estudié la carrera “clasica” en el instituto (latino y griego, mis antiguos archi enemigos...) psicología, y mucho más, pero desde el principio encontré el adversario que más me habría combatido en el tiempo: el “tecnicismo instrumental”.
Las palabras que yo amaba y apreciaba come fuente de liberación y viajes hacia el infinito potencial del ser humano que se vuelven en oscuras y gruesas cadenas que alejan las personas de los mundos preciosos de la sabiduría y del conocimiento creando “dueños y esclavos” entre quien conoce las “palabras” y quien no.
En el mundo científico es necesario una terminología especifica, pero personas deseosas de poder utilizan estas palabras para controlar en vez que crear. Se crea de hecho un mundo científico puro y uno de masa, donde el primero vive de modas, inversiones de dinero y grandes personajes que toman todo dejando poco a nuevas investigaciones, y uno de cuentos y fantasía donde se dice todo y el contrario de todo y la fuerza del mensaje está en el marketing. En esta manera los dos mundos pueden vivir e sobrevivir el uno sobre la espalda del otro en un macabro baile sobre la espalda de los demás. Y los demás, no teniendo acceso al verdadero conocimiento, tienen dificultad a tomar conciencia de sus potencialidades en ámbito de sanación desgastando mucha energía para sanarse y estar bien, y al mismo tiempo no tienen la posibilidad de interromper este ciclo perverso.
Lejos de mis propósitos de escritor, aprendí a conocer mundos a través de las personas en vez que de las palabras y decidí concentrar mis esfuerzos profesionales a combatir el “lado oscuro de la palabra” echando puentes entre conocimientos celosamente protegidos por hombres y categorías “poderosas” y los demás (que me gustaría pensar como “poderosos durmientes” esperando despertarse). Por esto antes de empezar mi consulta he querido escribir variados textos que describieran lo que hago y mi camino de formación, para crear esta conexión entre el mundo de los poderosos despiertos y de los poderosos durmientes.
Lo que he aprendido con el tiempo y la experiencia es que el poder tiene que fluir, no puede atascarse por demasiado tiempo, si no el precio es el desgaste de lo que contiene.
Por esto he creado esta pequeña sección que llamaré “el niño fantasioso”, porque todos hemos sido niños fantasiosos, conectados con el mundo de manera instintiva y abiertos totalmente a descubrir nuevas cosas. La fantasía no es un juguete infantil para dejar en el armario de los recuerdos, es la curiosidad y la apertura al infinito que, si aplicada en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestras relaciones, es la verdadera fuerza del cambio y de una vida sana y positiva.
En estas publicaciones intentaré explicar con palabras “humanas” conceptos que a veces intentan poner lejos para que no lo alcancemos atrapándonos en discursos muy complejos o al contrario en cuentos de “sentido común”, con la doble finalidad de quitar el miedo injustificado de las herramientas que se utilizan en terapia, y de promover una toma de conciencia personal dirigida al aumento de proprio poder personal.
Con el tiempo he conocido muchas personas que combaten mi misma batalla. No son tan diferentes de ti que estás leyendo este texto. Espero que estos humildes trozos de pensamientos puedan dar una chispa para que se creen otros aliados. El mundo es nuestro, reclamemoslo ya! :)
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